Me pide nuestro querido Iñaki que abra esta 2ª edición del Newsletter con un tema libre y, como no se me ocurre otra cosa, me haré la siguiente pregunta:
¿Hacia dónde va el sector MICE?
Sin duda, una pregunta de múltiples respuestas porque hasta la fecha no existe la bolita mágica que nos indique el rumbo hacia el que poner las proas de nuestros barcos.
Certezas hay pocas, pero podemos intuir que tres serán los grandes protagonistas del futuro de nuestro sector.
Por un lado, que los compromisos de nuestros clientes con la Sostenibilidad tendrán que ser también nuestros compromisos con ellos, con los proveedores y con los destinos de una manera clara, transparente e inequívoca. Por otro lado, se vislumbra la necesidad de ir incorporando mucha más tecnología a nuestro día a día si no queremos que la IA nos devore. Y, por último, podemos preguntarnos por el legado que dejaremos a las nuevas generaciones de profesionales que seguirán con nuestra actividad, quién sabe si en nuestros mismos proyectos empresariales.
Nosotros formaremos parte de un futuro en el que la palabra transición hacia nuevos formatos tendrá su parte de protagonismo. Transición hacia una actividad más sostenible, transición hacia todo lo que nos depare el crecimiento de la IA y que nos afecte en tanto que “prescriptores en formatos del pasado” y transición porque tarde o temprano tendremos que pensar en el futuro de nuestros negocios adaptándose a la nueva realidad, y será entonces cuando tendremos que haber hecho los deberes en lo que a la formación de personal se refiere.
Sostenibilidad. Porque todos nuestros clientes están en ello y exigen que los proveedores compartan su filosofía. A pesar de que la Sostenibilidad es un concepto que se menciona más que se practica, tenemos que liderar las iniciativas que nuestros clientes tendrán en esta materia para convertirnos en el motor de cambio entre nuestros proveedores y destinos porque sin su compromiso, no lo podremos hacer solos. En este sentido, las acciones dentro de la sostenibilidad tendrán que ir reflejándose en el respeto por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con la agenda 2030 y esto tendrá que lucir en nuestros programas de viaje de incentivo. ¿Cuánto nos queda para el 2030? Poco…. El cómo lo planificamos y ejecutamos es un asunto importantísimo que requiere de la máxima alineación interna en tanto que asociación.
Inteligencia Artificial. Un melón por abrir para muchos de nosotros y nosotras, cuyas consecuencias para el factor humano están todavía por descubrir, pero acerca de la cual sí podemos llegar a intuir que nos obligará a modernizarnos. ¿De qué manera? Está por ver, pero no por ello debemos aparcarla pensando en que no nos afectará. Las nuevas generaciones la usarán para casi todo – de hecho, ya se está viendo – y a la par tendremos la sensación de que el mundo hacia el que vamos ya poco tiene que ver con aquel del que provenimos. De nuevo, piedra angular en los objetivos comunes de I de MICE si queremos mostrarnos al mercado como empresas sensibles y capacitadas para su uso racional.
Factor Humano y formación de nuevas generaciones. Último galimatías antes de despedirme. No somos eternos. Tarde o temprano la edad, la salud, el cansancio o las dificultades que implica nuestra posición entre clientes y proveedores irán haciendo mella y deberemos estar preparados para un más que seguro relevo generacional tanto del sector como en nuestras empresas. Adelantarse en la captación de talento y ofrecer planes de carrera claros que permitan seducir a las nuevas generaciones para que se queden tiempo en los puestos de trabajo que ofrecemos será a buen seguro otro de los muchos retos a los que nos tendremos que enfrentar.
Una vez más, la labor como asociación que tenemos por delante no es trivial y debemos ser garantes de la mejor formación posible tanto en el ámbito universitario como en el empresarial para garantizar que los retos que se vayan presentando tengan en la capacidad del factor humano de nuestras empresas a sus mejores defensores.