Con un fuerte compromiso por ofrecer experiencias únicas y personalizadas, Antonio Tortajada y Mercedes Monteys, cofundadores de IRÉ Viajes, agencia barcelonesa asociada a I de MICE, representan una trayectoria inspiradora en el mundo del turismo. Desde sus inicios en grandes corporaciones hasta la creación de su propia agencia en el año 2000, ambos han demostrado que la pasión por el detalle y la atención al cliente pueden marcar la diferencia en un sector tan competitivo como el de los viajes de incentivos. En esta entrevista, comparten su visión, aprendizajes y los desafíos que han enfrentado para consolidarse como referentes en el ámbito MICE, destacando su capacidad para adaptarse a las nuevas demandas y su apuesta por la formación de futuros profesionales.
- ¿Qué aprendizajes claves os llevasteis de las agencias en las que trabajasteis antes de fundar IRÉ Viajes?
Trabajar en esas agencias fue una experiencia invaluable. En una etapa en la que los procesos no estaban automatizados, aprendimos a manejar todos los pasos que hay detrás de la organización de un viaje. Además, entendimos lo que no haríamos si llegábamos a crear nuestra propia empresa.
- ¿Qué os llevó a cambiar el ambiente de grandes empresas por el modelo de pequeña empresa?
Nuestro objetivo siempre ha sido ofrecer una atención verdaderamente personalizada. Trabajar los detalles con el cuidado que queremos no es compatible con un modelo de crecimiento constante.
En un momento dado, nuestras ideas dejaron de encajar con el enfoque de las grandes empresas, donde el objetivo principal es incrementar clientes y operaciones, pero sin aumentar los equipos.
Nosotros aspirábamos a crear viajes de gran calidad, y para ello es fundamental dedicar tiempo y formar profesionales que compartan nuestra pasión. Este modelo nos permite priorizar al cliente y enfocarnos en cada detalle.
- ¿Qué os hizo lanzaros a fundar IRÉ Viajes, en el año 2000?
Sentimos que era el momento adecuado para hacer realidad nuestro proyecto personal y tener nuestra propia empresa en el sector del turismo. Ser nuestros propios jefes no tiene precio.
- ¿Por qué os decidisteis por este nombre para vuestra agencia?
Registrar un nombre único y original no es sencillo. Buscando opciones, nos dimos cuenta de que nuestro negocio giraba en torno a los Incentivos, las Reuniones y los Eventos. De esas tres palabras surgió I.R.E. Además, “Iré” simboliza la acción de ir hacia el futuro, lo cual nos encantó.
- ¿Se parecen en algo los viajes de incentivo de hace 40 años a los de ahora?
El concepto básico del viaje de incentivo se mantiene: una experiencia diseñada para motivar, recompensar o inspirar.
Lo que ha cambiado es el perfil del viajero. Antes, los programas estaban llenos de actividades sin tiempo libre, ya que muchos participantes no habían viajado antes y el idioma podía ser una barrera. Ahora, los asistentes son más experimentados, aprecian tener tiempo libre y valoran poder elegir actividades personalizadas.
- ¿Cuál es el mayor reto o desafío al que os habéis enfrentado en IRÉ Viajes?
Nuestro mayor reto es cumplir con las altas expectativas de nuestros clientes, quienes confían en nosotros año tras año. Hacer que cada viaje sea mejor que el anterior es nuestra prioridad.
Un desafío reciente fue tener que cambiar el lugar de una cena para 700 personas en solo tres horas debido a una lluvia inesperada. Lo logramos, y los clientes valoraron muchísimo el resultado.
- ¿Cuáles consideráis que son los mayores retos que enfrenta el sector de viajes de incentivos hoy en día?
La masificación de los destinos es uno de los principales desafíos.
- ¿Cómo ha cambiado el perfil del cliente corporativo en los últimos años y cómo se adapta IRÉ Viajes a estas nuevas demandas?
El cliente de hoy está más informado y ha viajado más, lo que lo hace más exigente. Es fundamental ser transparentes sobre la información del destino y demostrar el valor añadido que aportamos en la organización de un viaje de incentivo.
- En vuestra opinión, ¿qué factores han sido claves para el fortalecimiento y la organización del sector MICE en los últimos años?
El valor motivacional de los viajes de incentivo es clave. Las empresas buscan retener talento, y ofrecer experiencias únicas contribuye directamente a ese objetivo.
- El COVID supuso un antes y un después en nuestra actividad profesional. ¿Creéis que actualmente estamos fortalecidos como sector para afrontar cualquier contratiempo?
El COVID debilitó el sector; muchos profesionales lo abandonaron y no han regresado. Creemos que aún nos faltan un par de años para recuperar completamente la fortaleza previa a la pandemia.
- ¿Qué consejos daríais a alguien que está comenzando su carrera en el sector de los viajes y, específicamente, en el sector MICE?
Que tenga clara su pasión por el servicio al cliente y el conocimiento del producto. Además, que valore las relaciones con los proveedores, algo que se está perdiendo y es esencial.
- ¿Cómo valoráis estar asociados a I de MICE?
Es una experiencia muy positiva. El intercambio de conocimientos que ofrece es algo sin precedentes en el sector y nos resulta de gran ayuda en el día a día.
- ¿Creéis, como se dice, que existe una falta de relevo generacional en el sector MICE? Si es así, ¿cómo solucionarlo?
Sí, existe una falta de relevo generacional. Una posible solución es incluir el sector MICE en los programas de estudios de turismo y contratar a jóvenes sin experiencia para formarlos dentro de las empresas.
- ¿Qué puede ofrecer el sector MICE a los jóvenes profesionales?
Es una profesión llena de ilusión y motivación. Cada día es diferente, trabajando en lugares nuevos y únicos. Además, una retribución acorde con los rendimientos, incluso involucrándolos en los beneficios, podría atraer y retener tanto a jóvenes como a profesionales consolidados.